El texto de 1 Cor 9:24-27 compara la vida de un creyente con la vida de un atleta, de un deportista.
Y el atleta tiene características que si lo llevamos al plano espiritual, nos van a ayudar a ver cómo
Dios quiere que caminemos en el camino de la fe.
El atleta define su identidad:
El atleta lo es porque decide serlo. Si lo obliga a una persona a ser atleta, no servirá como tal.
Tiene que nacer de una persona el ser deportista. De la misma manera, para vivir la fe tener que
definir tu identidad sin que nadie te obliga. Si te obligan a creer o a ir a la iglesia, eso no tiene sentido.
Tiene que nacer de ti en servir al Señor.
Y el atleta decide su identidad: o sea, decida la disciplina a practicar. El atleta decide si será corredor,
lanzador del martillo, lanzador de jabalina, ciclista, etc.
Así tambien tienes que elegir qué queres
Hay muchos que solo imitan a músicos de renombre,
Definí tu identidad, ¿qué vas a ser? ¿qué queres ser?
El atleta es constante:
Si el atleta abandona la carrera, no llegará al premio. Así vos, para llegar, tener que ser constante,
Para ser constante, el atleta, como todo deportista, tiene que mantenerse en estado: entrenar a diario.
Así el creyente a diario debe entrenarse: buscar de Dios, leer su palabra, congregarse
El atleta tiene disciplina:
El atleta se rige en un reglamento, si no lo cumple es expulsado de la disciplina, del juego.
Nuestro reglamento es
Lee tu reglamento todos los días.
El atleta debe cuidar de lo que le perjudica:
Debe abstenerse de lo malo; esto hablar en lo espiritual
De buscar la integridad. No es una perfección, sino tener siempre el temor a Dios. Debes dejar el orgullo,
El atleta esta comprometido
No lo hace por un juego, sino para superarse, para llegar a la meta. Tienes que tomar las cosas de
Dios con compromiso, con deseos de superarte. No es un juego, los que lo toman como un juego
Fracasan pero los que asumen el compromiso, llegan lejos .
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