REFLEXIÓN

TRES EJEMPLOS A SEGUIR EN NUESTRA VIDA

Un comediante dijo: “Hay tres tipos de personas en el MUNDO.”
Los que hacen que sucedan las cosas, Los que miran como las cosas pasan, Los que sin acercarse mucho, tratan de imaginarse cómo ocurrieron.

Nuestro grandioso Dios al que no pocas veces encerramos en el frasco de lo posible y en la lata de lo lógico, muchas veces nos pide cosas que se oponen totalmente a nuestras expectativas o a las que los demás esperan de nosotros.

Porque no me avergüenzo del evangelio porque es poder de Dios para mi salvación, porque en él creo. Romanos 1:16:

Hoy vamos a ver tres historias bíblicas extremas de una manera diferente :

1. Éxodo 13 y 14. Dios Llama a Moisés a rescatar a su pueblo de Egipto, y asola esa tierra con las plagas. Los israelitas toman rumbo hacia el mar. Moisés sabía que Faraón los podía perseguir. También sabía que el camino que Dios le había trazado terminaba en un mar. Era una locura llevar a todas esas familias hacia ahí. Las lanchas inflables todavía no existían, y el Faraón venía por la retaguardia. Sin embargo Moisés obedeció, y el mar se abrió, el pueblo de Israel pasó a través de la tierra seca, y el ejército egipcio quedó aprisionado por las aguas del Mar Rojo, que se cerraron sobre ellos.

2. Génesis 22 A Abraham le había costado muchísimo tiempo tener ese hijo. Y ahora, Dios mismo le pedía a su hijo. Abraham tenía que obedecer. El patriarca obedeció y Dios proveyó otra salida. Era una locura tener que sacrificar a su hijo, y más con todo lo que les había costado tener a Isaac. Pero obedecer a Dios siempre es lo más sensato no importa lo loco que parezca.


3. Jueces 7 Gedeón tenía que enfrentarse a 135.000 hombres con 20.000. Oró a Dios y Dios le dijo que eran muchos. Después de reducir a 1000, Dios le dijo “no, todavía son muchos,” hasta que quedaron 300. Imagínense a Gedeón y a los 300 hombres la noche anterior a la batalla: seguramente no podían dormir.
Para aumentarles la fe, Dios le dijo a Gedeón que fuera a escuchar lo que estaban hablando en el campamento madianita. Resulta que uno tubo un sueño que hizo que Gedeón, por escucharlo, declarara antes de la batalla que los tenía en sus manos. La confianza fue tal, que no solo iban a ganar la batalla, sino que dieron por sentado el resultado desde antes. Al día siguiente, el poder de Dios se manifestó y… ¡Qué victoria para Gedeón!

ENTONCES… Dios tiene planes maravillosos para nosotros, pero somos nosotros los que le cortamos la inspiración. Pensar en que los amigos se conviertan, las cosas cambien en casa o lograr adelantos en nuestra vida parece una locura, es entonces cuando preferimos pisar el seguro pero mediocre terreno de la lógica. Algunas veces vienen ideas que no sabemos de dónde aparecen, ¿De dónde vienen? De arriba. Lamentablemente, enseguida empezamos a ver si lo sentimos, si conviene, si es posible, si me va a costar mucho esfuerzo, si esto, si aquello…Ninguno de los hombres y mujeres de Dios que marcaron la historia cuestionó si era o no lógico lo que Dios le pedía.
Siempre fue una locura ser cristiano (1° Corintios.1:21) hablar de amar al enemigo, de perdonar, de que nuestro si sea si y que nuestro no sea no, de esperar en Cristo que nos va a venir a buscar, hablar de un Dios con el que nos relacionamos cada día, soñar con más logros espirituales que materiales, preocuparnos por los demás sin esperar nada a cambio, etc., es realmente una locura.
Una forma de probar nuestro compromiso con el Señor es ver si causo asombro a mí alrededor.
A nuestros compañeros, a nuestra familia, a los del club, a los amigos ¿Cuál es el tamaño de nuestro Dios? ¿Chiquito, mediano, o tenemos un Dios de lo imposible que nos da la suficiente fuerza para que hagamos todo lo posible, y entonces Él se encargará del resto?

Dios está esperando jóvenes osados que se animen a luchar, a ser distintos, y a soñar con cosas maravillosas que Dios nos ha preparado.

Solo puede vivirse como protagonista. No podemos pasar nuestra vida sometiéndonos a lo que vivieron Moisés, Jonás o Pedro.
Ellos dieron las bases, dejaron su ejemplo y su inspiración,
Pero es hora de vivir nuestra propia historia al lado de Dios.

Aunque la vida eterna en el cielo fue un regalo de Jesús en la cruz, la vida plena en la tierra tiene un precio: “Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo, tome su cruz, y sígame” Mateo. 16:24
Es fácil arrodillarse con superficial humildad, y orar:
“Señor te dedico el 101% de mi vida a ti”.
Lo difícil es no bajarse de la cruz cada vez que la situación se pone seria y tenemos que jugarnos por los valores.

Recuerda: La multitud gritaba “¡Bájate de la cruz! ¡A otros salvaste, sálvate a ti mismo!” Y su cuerpo gritaba “¡Me duele!, ¡Me duele!” pero Jesús no se bajó. La presión de ser distintos nos grita que no seamos locos, y lo más emocionante es que sí lo es, es la anormalidad más santa, impresionante y realizadora que puede existir en la tierra. Dios nos conoce, sabe toda la fuerza que hay en nosotros y está esperando que nos juguemos por Él. Que en este momento podamos crecer en nuestros sueños.

Pensemos en aquellas cosas que hace tiempo sabemos que tenemos que hacer y no las hacemos, pensemos en aquellas personas a las que tenemos que buscar para hacer un bien, a los que tenemos que agradecer y a los que tenemos que pedir perdón para que se nos abra el camino hacia la victoria.
Jesús está esperando que nos sumemos a la aventura de vivir arrojadamente en sus brazos. ¡No te pierdas esta oportunidad! Pero Dios ve y entiende las cosas en un modo que nosotros no podemos, en Él sí podemos confiar al 100% y en sus planes para nosotros.

Comienza a entregarte en sus manos y dejar lo lógico o ilógico por la aventura de vivir la vida con Dios.”